El secretario de Estado, Antony J. Blinken, durante el Diálogo de Alto Nivel entre EE. UU. y Colombia, declaró la decisión del gobierno estadounidense de trabajar con su homólogo colombiano en la implementación del acuerdo de paz.
Pero, añadió que “al mismo tiempo que adelantamos este trabajo, Estados Unidos está acercando un enfoque novedoso más abarcador para la promoción de la seguridad”, enfoque que, dijo, sigue teniendo como uno de sus pilares la cooperación en el fortalecimiento de la aplicación de la ley y nuestros esfuerzos para reducir la violencia, sobre todo en comunidades rurales desfavorecidas, donde según hemos escuchado, el Estado tiene presencia limitada, aunque cada vez mayor”.
Blinken advirtió que el enfoque sigue teniendo a los derechos humanos como elemento central.
“Continuamos enfocados en incrementar la capacidad y los recursos de fiscales, jueces y otros actores claves para contribuir a que haya rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos y abusos, y estamos colaborando para reforzar la protección de periodistas, defensores de derechos humanos y otros valientes activistas ante la persistencia de amenazas y ataques”, precisó.
Además subrayó: “Nuestro nuevo enfoque también procura ampliar las herramientas con las que contamos y que usamos, a través de medidas como generar oportunidades económicas con mayor inclusión para las personas jóvenes, que de lo contrario podrían considerar que no tienen otra opción más que recurrir a actividades ilícitas. Y también invertir en la prevención del abuso de sustancias, el tratamiento y la recuperación, que no solo ayudarán a quienes combaten adicciones, sino también a reducir la demanda en Estados Unidos, que propicia la actividad delictiva.”
El secretario de Estado Antony J. Blinken encabezó la delegación de los Estados Unidos a la novena ronda del Diálogo de Alto Nivel (DAN) entre los Estados Unidos y Colombia en Bogotá, celebrada este jueves. La vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez encabezó la delegación colombiana.
Según lo destacó Blinken, todas las conversaciones se centraron en reconocer el progreso en nuestros objetivos compartidos, resaltar el espíritu de colaboración y designar áreas futuras para la participación inclusiva en este marco.
Al margen, el secretario de Estado enfatizó en que su país está trabajando junto a Colombia «por los 1,8 millones de venezolanos desplazados» que viven en el país «gracias en gran medida a la generosidad del presidente [Iván] Duque y del pueblo colombiano” y se comprometió a seguir animando a socios de la región para que se unan a este esfuerzo.
«Colombia y EE. UU. estamos trabajando de la mano para atender las necesidades humanitarias y urgentes de 1,8 millones de venezolanos desplazados en Colombia», declaró el funcionario.
También se refirió a la pandemia del Covid-19 y resaltó la donación de 6 millones de dosis a Colombia, y los más de 80 millones de dólares entregados para financiar los esfuerzos para frenar el virus del COVID-19, así como el envío de más de 200 respiradores durante la crisis sanitaria.
Por otro lado, Blinken fue enfático al señalar que la crisis climática es un tema clave y que «ningún país, ni siquiera un grupo de países, puede hacer lo suficiente solo para evitar el calentamiento de la Tierra».
Otras precisiones formuladas por el secretario de Estado de los EE.UU, son las siguientes:
El foco central para mí de este viaje, de mi primer viaje a América del Sur como Secretario de Estado, es cómo podemos hacer que las democracias funcionen para nuestra gente. Ese es el desafío que compartimos, y representa asimismo nuestra responsabilidad en común. Podemos decir eso sobre nuestros países, pero también respecto de todo el hemisferio, Sabemos que una forma de conseguir resultados es trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios y aliados en los mayores desafíos que enfrentamos. Y eso es exactamente lo que están haciendo Estados Unidos y Colombia.
El diálogo de hoy, como escucharon, tratará muchos de esos desafíos. Quisiera ahora referirme a algunos, pues creo que se destacan en este momento en particular: COVID-19, la crisis climática y el desafío de la migración. La forma en la que estamos afrontando estos retos pone de manifiesto las características definitorias de la alianza entre nuestros países. Y creo que esto contribuirá a dar forma a muchas de las conversaciones que tendremos hoy.
En primer lugar, debemos hacer frente juntos a estas dificultades apremiantes, porque sencillamente son demasiado inmensas y complejas para que ninguno de nosotros pueda hacerlo solo. Ese es un principio clave de lo que nos reúne aquí. Por ejemplo, la crisis climática: ningún país, ni incluso ningún grupo de países, podrá hacer suficiente por sí solo para limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5 grados Celsius, que es el nivel máximo que la ciencia nos dice que podemos alcanzar si nos interesa impedir una catástrofe. En la pandemia, la propagación del virus en forma global amenaza a las personas en todos los rincones del mundo. Eso lo sabemos bien.
En segundo lugar, al abordar estos desafíos, ambos tenemos que lidiar con las consecuencias inmediatas, pero también, al mismo tiempo, tenemos que trabajar en pos de soluciones sostenibles, de largo plazo. En COVID-19: hemos aportado desde Estados Unidos seis millones de dosis de vacunas seguras y efectivas a Colombia. Donamos más de USD 80 millones de fondos en apoyo a esfuerzos para vencer al virus. Cuando el virus aumentó aquí y las unidades de cuidados intensivos alcanzaron el máximo de su capacidad, enviamos más de 200 respiradores a Colombia.
A su vez, estamos profundizando la cooperación entre los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. y el Instituto Nacional de Salud de Colombia para fortalecer el sistema de salud pública y de seguridad de Colombia, en aspectos que van desde una mejor integración en el uso de datos hasta el fortalecimiento de la preparación y la respuesta ante emergencias. Y eso va a ayudar no solo con respecto a esta pandemia, sino que también contribuirá a prevenir la próxima o, de ser necesario, responder a ella.
En tercer lugar, estamos empleando nuestra alianza como modelo de los tipos de respuesta colaborativa que deseamos ver en el mundo, al tiempo que intentamos convocar a una mayor colaboración regional. Con respecto al tema migratorio sobre el que nos centramos ayer. Colombia y Estados Unidos están trabajando juntos para responder a las necesidades humanitarias urgentes de 1,8 millones de venezolanos desplazados en Colombia, en gran parte con a la generosidad notable del presidente Duque y el pueblo colombiano. A su vez, estamos alentando a los socios en nuestra región a sumarse a los esfuerzos para responder a estos y otros desafíos migratorios en el hemisferio, lo cual representó el objetivo de la reunión de nivel ministerial que mantuvimos ayer y que acordaron nuestras dos naciones.
En cuarto lugar, estamos abocados a abordar las causas fundamentales de estos problemas, y no solamente los síntomas. La desigualdad, la discriminación, la corrupción y la falta de acceso a oportunidades son causas que subyacen a muchos de estos desafíos, y deben abordarse si nos proponemos realmente superarlas. Juntos, estamos encontrando formas innovadoras de hacer eso. Las distintas conversaciones de hoy tratarán esta brecha entre las áreas urbanas y rurales a las que se refirió usted, Marta Lucía, y a la brecha digital que esta por lo general conlleva. La ampliación de la banda ancha en zonas rurales es crucial para el empleo, la educación e incluso el acceso a los servicios básicos en el siglo XXI. Es un problema sobre el que ambas naciones tienen que hacer mayores esfuerzos y aprender una de la otra a medida que avanzamos, si es que nos proponemos responder a las necesidades de todas nuestras comunidades.
En quinto lugar, cada uno de estos desafíos es además una oportunidad para la iniciativa Build Back Better (Reconstruir Mejor) que apunta a mejorar aquellas partes de nuestro sistema que sean deficientes. En definitiva, de eso se trata la democracia. Pero nuestros países han asumido compromisos ambiciosos de disminuir las emisiones y adaptarse a los cambios inevitables en nuestro clima que ya estamos viendo. Como lo ha señalado el presidente Biden, las inversiones que se necesitan para cumplir con estos compromisos representan una oportunidad única en varias generaciones de invertir en puestos de trabajo bien remunerados que también preservarán nuestro planeta grandioso y de crear estas oportunidades en comunidades que han sido marginadas en forma sistemática, como la comunidad afrocolombiana, las comunidades indígenas en este país y las comunidades de personas negras y morenas en Estados Unidos.
La iniciativa Build Back Better World (Reconstruir un Mundo Mejor) sobre la que habló la Vicepresidenta, es una forma en la que creemos ayudar —y esperamos hacerlo— a que se generen estas oportunidades juntos, no solo en materia climática, sino también de infraestructura, al profundizar el apoyo social y económico para las familias trabajadoras. Hay mucho que podemos y debemos hacer para Reconstruir un Mundo Mejor. Fue muy grato contar con algunos de nuestros expertos aquí en las últimas semanas para hablar con nuestros socios en Colombia sobre eso, y creo que habrá mucho más para decir al respecto en los próximos meses.
Fundamentalmente, nos proponemos hacerlo de un modo congruente con los valores de nuestros dos países: la transparencia, la sostenibilidad ambiental y el empoderamiento de las comunidades locales. Todas estas cosas son fundamentales en el enfoque que estamos adoptando.
También escuchamos —y sobre esto quisiera hacer un comentario— sobre la importancia y la vitalidad de los intercambios entre nuestros países en distintas áreas, desde el arte hasta la cultura, el ámbito académico, la ciencia y la tecnología (STEM). Creo profundamente en estos intercambios. Considero que logran cosas extraordinarias en lo que respecta a generar entendimiento y lazos entre nuestros países que duran años y generaciones. Y además, acercan a jóvenes talentosos, y cuando logramos acercar a jóvenes talentosos, los resultados que se consiguen son excepcionales.
Quisiera decir que aunque yo no era un defensor enérgico de estos programas, no tuve opción porque mi esposa se desempeñó antes como secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Educativos y Culturales, y estaba a cargo de estos programas. Y creo firmemente en ellos. Espero que nuestros grupos seguirán encontrando formas de darles mayor impulso. Sin duda, COVID ha hecho que todo sea más difícil, pero creo que también en ese aspecto tenemos que reconstruir una realidad mejor.
Una última cuestión: esta relación persiste, e incluso se consolida, porque sigue evolucionando. Sigue evolucionando para reflejar las necesidades, las esperanzas y las aspiraciones de nuestra gente, al igual que nuestras democracias. De eso se trata. Marta Lucía, usted señaló en la cena anoche algo de lo que tomé nota. Esta labor y estos grupos son muy importantes. Y las conversaciones que vamos a tener hoy, el trabajo que estamos haciendo hoy, todo lo que están haciendo actualmente es de suma importancia. Pero tenemos que ir más allá de esas conversaciones, avanzar más allá del diálogo, y pasar a la acción y a los resultados. Contamos con todos ustedes, nuestros colegas, para que nos ayuden con eso, para lograr ese objetivo e impulsar el progreso de Estados Unidos y de Colombia». Fin declaraciones de Blinken.
Durante el encuentro con el Secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken, la Vicepresidente y Canciller, Marta Lucía Ramírez, señaló que uno de los asuntos más importantes del Diálogo de Alto Nivel es el del desarrollo rural integral, que permita la superación de las economías ilícitas, la verdadera transformación de los territorios, el fortalecimiento de la democracia y la seguridad de las comunidades.
La alta funcionaria le hizo mucho énfasis al Secretario de Estado en que Colombia tiene una superficie total de 2 millones 70 mil kilómetros cuadrados, de los cuales un millón 140 mil son área terrestre y 928 mil kilómetros cuadrados son área marina. Es decir, que el Estado colombiano tiene que mantener vigilancia permanente sobre 2 millones 70 mil kilómetros cuadrados. Pero también señaló que del millón 141 mil kilómetros de tierra, el 99% son zonas rurales y que en esas zonas rurales vive apenas el 22% de la población colombiana.
“Eso explica que durante muchos años los gobiernos se concentraron en hacer presencia del Estado en donde había mayor concentración de población porque, evidentemente, el 78% vive en zonas urbanas pero esas zonas urbanas son una porción minoritaria del territorio continental de Colombia”, explicó la Vicepresidente y Canciller.
En ese mismo sentido, señaló el compromiso del Presidente Iván Duque para seguir invirtiendo y lograr el desarrollo rural integral de las zonas PDET (Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial), que son 170 municipios seleccionados en el Acuerdo con las Farc, a pesar de la escasa población que habita en esas localidades.
Las delegaciones de ambos países dialogaran en seis mesas de trabajo sobre oportunidades económicas y sociales; educación, cultura y deporte; medio ambiente, cambio climático y salud; energía e infraestructura; democracia, buen gobierno y derechos humanos y seguridad, antinarcóticos y desarrollo rural.
“La dinamización y diversificación de nuestra agenda bilateral es muestra del trabajo mancomunado entre nuestros países. Por ello, quiero resaltar que, en materia económica, Colombia y Estados Unidos se encuentran comprometidos con el desarrollo económico rural y el lanzamiento del Programa Cacao para el Desarrollo y el fortalecimiento de créditos agropecuarios para continuar desarrollando el sector”, subrayó la alta funcionaria.
En esa misma línea, ambos gobiernos concuerdan en la importancia de los “Contratos de Conservación Natural”, por medio de los cuales se brinda apoyo económico a familias rurales afectadas por la pobreza y la violencia, al tiempo que se promueve la preservación de ecosistemas estratégicos, en zonas de relevancia ambiental como la Sierra Nevada de Santa Marta, la Amazonía, el Río Magdalena, el Parque Nacional Natural El Cocuy, la Serranía de los Motilones, el Pacífico y la región Central.
La Vicepresidente y Canciller indicó que “proyectos como estos resultan fundamentales no solo para para la agenda ambiental en la que estamos comprometidos, sino para las metas que tenemos en términos de formalización de tierras y sustitución de cultivos ilícitos”.
Sobre la iniciativa del Gobierno de Estados Unidos “Reconstruir un mundo mejor” (Build Back Better World), la alta funcionaria dijo que Colombia está lista para ser el piloto de esta iniciativa: “Especialmente buscamos propiciar un aumento de la inversión del sector privado en infraestructura energética e infraestructura económica esencial, incluido el transporte y las vías terciarias. Estas inversiones tendrán un enfoque de sostenibilidad y estarán especialmente dirigidas a empoderar comunidades vulnerables, mujeres y jóvenes”.
Por otro lado, acordaron reactivar el Plan de Acción para la Equidad Racial y Étnica (Capree) de 2010, de la mano con nuestras sociedades civiles por medio de una reunión de su comité directivo en el 2022 para revisar los logros, así como posibles áreas de cooperación.