La tribulación al final de los tiempos será la más grande de la historia. Una característica del fin del mundo es la aparición del anticristo y los falsos profetas; por eso Jesús dijo a los cristianos que no se confundieran, que no crean a los que dicen ‘¡Mirad, aquí está el Cristo!’ o ‘¡allí está!’. Satanás es padre de mentira, y habrá más engaño y mentira al llegar al fin. Aún a los escogidos de Dios tratarán de engañar. Los seguidores de Satanás harán milagros y señales para confundir a la gente. Por eso no debemos seguir sólo a los milagros, sino tener nuestra fe fundamentada en la palabra de Dios para discernir la verdad. De igual manera, mientras más profunda es la tribulación, más se acerca el día de salvación. La primera vez, Jesús vino de manera humilde sin que «nadie» se enterara, pero la segunda vez, vendrá entre las nubes con gran esplendor, con gran poder y gran gloria y ¡todos lo verán! Y juntará a todos los creyentes desde el extremo de la tierra, hasta el extremo del cielo, para salvación. Esta es la gloria y la victoria que todo creyente espera con gran fe y gozo.
Leamos hoy Marcos 13:21-27
Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos… …Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Marcos 13:21-27