#VitaminaEspiritual 💊

Un computador necesita del hardware Y El software. El hardware se compone de todo lo que es la parte física; el software, la parte intangible, lo que no se ve, la lógica, los programas. Pero lo importante de un computador, realmente es el software. Los programas, que son invisibles a los ojos, son muy importantes. Nuestra vida de fe es muy semejante a un computador, porque la persona interna es más importante que la externa. Si descuidamos la persona interna, intentando solo embellecer la externa estaremos sumergiéndonos en aguas de la vanidad y de cierto fracasaremos. Pero si la persona interna se embellece, también será bella por fuera y funcionará bien. Sin embargo nos cuesta creer esto.

Revisemos uno de los episodios que recordamos el mes anterior analizándolo con el tema de hoy: ¿Porqué Judas fracasó? Porque el interés de su vida estaba en el hardware, aunque sus fuerzas se encontraban en el software. Justamente una relación íntima con Dios, pensamientos positivos, una escala de valores no corrompidos, constituían una fuerza que mantenía vivo a Judas. Pero él no tuvo la valentía de enfrentar y vencer el enemigo de la tentación. Por eso renunció a la persona interna y se enfocó en fortalecer la persona externa. Y eso es lo que llevó a Judas a su destrucción.

Hoy en día la comunidad, las iglesias y  hasta las personas creyentes siguen el ejemplo de Judas. Consideran muy valioso lo externo, lo físico y material. No tienen tanto interés en cómo cambia cada persona, y en la Palabra que Dios entrega en cada sector. Piensan en acrecentar lo que tienen y cómo deben modernizarse más. Por supuesto que en el mundo, siempre hay cosas nuevas. Pero en la base de la sociedad y en la Iglesia esto no tiene que ser igual. El principal objetivo de nuestra vida debe ser el invertir más calidad en nuestra persona interna, donde la Palabra se hace vida, en donde el poder y mover del Espíritu Santo transformará y embelleserá la externa pues de allí es donde proviene nuestra fuerza.

Leamos hoy: Eclesiastés 1:2

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Por: #JulianchoMerchán

Bendiciones!