Una parte de la cordillera central fue descontaminada de la sospecha de minas antipersonal gracias al esfuerzo de los soldados del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario N.°2, quienes durante siete años intervinieron 27 sectores sospechosos de contener artefactos explosivos. En la zona se registraron catorce víctimas por minas antipersonal, un recordatorio del peligro latente que se ha erradicado.
Durante la intervención, los desminadores también trabajaron en áreas protegidas como las reservas forestales El Trébol, Bremen Lote 16 y La Rinconada Lote 15, así como en la reserva natural de la sociedad civil La Mina, y los distritos regionales de manejo integrado. Entre las veredas beneficiadas se encuentran San Pablo, Bruselas, Diamante, Ayacucho, y muchas más.
Natalia Ochoa, coordinadora de la AICMA de la Oficina del Consejero Comisionado para la Paz, destacó: “Ahora, en esta ceremonia que nos convoca, con mucho orgullo acompañamos a la Brigada de Desminado Humanitario a decirle a la comunidad de Roncesvalles que han finalizado las operaciones de desminado humanitario en su territorio y ahora les devolvemos su municipio libre de la sospecha de la presencia de minas antipersonal.”
Para despejar las diez áreas peligrosas identificadas se aplicó la técnica de desminado manual en 123.105 metros cuadrados, donde se ubicaron y destruyeron tres minas antipersonal y una munición sin explosionar. Además, se llevaron a cabo 25 actividades de capacitación en educación en el riesgo de minas, beneficiando a 46 personas de la comunidad.