Con un buen puntaje del Sisbén, el sueño de tener casa propia es posible
Por más de 20 años, Harold Ruiz vivió en un barrio de estrato uno en Ibagué, aferrado a un sueño que parecía inalcanzable: tener su propia casa.
“Siempre lo soñé, pero lo veía tan lejos… parecía imposible”, recuerda.
Sin embargo, con fe, optimismo y la convicción de que todo es posible, Harold decidió dar el paso hacia ese anhelo que lo acompañó durante toda su vida.
Todo comenzó cuando un amigo del colegio, Yeison Conde, le habló sobre los proyectos de vivienda y el programa Mi Casa Ya. Con esa luz de esperanza, Harold se dirigió a la constructora Amarilo, donde lo orientaron sobre cómo obtener su apartamento: desde la separación hasta el acceso al subsidio, para el cual debía contar con el puntaje adecuado en el Sisbén.
Un revés en el camino
El proceso parecía fluir sin contratiempos, pero a pocos meses de tener su hogar, Harold recibió un golpe inesperado. En noviembre de 2023, el sistema del Departamento Nacional de Planeación actualizó su información, generando un bloqueo en su Sisbén. Este imprevisto ponía en riesgo no solo el subsidio, sino también el crédito hipotecario que era esencial para la compra.
“Sentí que todo se derrumbaba”, relata. Pero Harold no estaba dispuesto a rendirse. Con solo tres meses para solucionar el problema, acudió a la oficina del Sisbén en la carrera Segunda con calle 17, en busca de respuestas y de una nueva oportunidad.
La lucha por el sueño
La oficina del Sisbén, equipada con ventanilla única, recibió su caso. Le pidieron los documentos básicos: fotocopia de la cédula y un recibo de servicios públicos. Así, Harold quedó incluido en las 26.685 solicitudes registradas este año, dentro de las cuales la oficina ha alcanzado un 84% de efectividad, impactando a más de 33.000 personas en el sector urbano y 2.300 en el rural.
La espera fue angustiante, pero Harold nunca perdió la fe. Cada día, se decía a sí mismo que todo valdría la pena.
El momento soñado
Finalmente, llegó la buena noticia: su puntaje del Sisbén había sido actualizado, y el subsidio estaba asegurado. Harold lo recuerda con emoción: “Quise llorar, fue como volver a ser niño y decirle a ese pequeño soñador: ¡lo logramos! Por fin tengo un hogar propio. Es una maravilla”.
Harold es ahora uno de los 542 beneficiarios en Ibagué que lograron obtener el subsidio de Mi Casa Ya este año, gracias a la gestión del Sisbén. Esto no solo le permitió alcanzar su sueño, sino también traer a la ciudad más de 1.500 millones de pesos en beneficios para los ibaguereños.
Un ejemplo de esperanza
El caso de Harold no es único. A través de encuestas, capacitaciones y jornadas de atención, el Sisbén ha transformado la vida de miles de familias.
“Esto demuestra que los sueños se cumplen, aunque el camino sea difícil. Si te lo propones y trabajas por ello, con la ayuda de Dios, puedes lograrlo”, afirma Harold.
Hoy, desde su nuevo hogar, este ibaguereño es la prueba viviente de que, con esfuerzo y perseverancia, los sueños realmente se hacen realidad.
DATO
En Ibagué el Sisbén ha participado en tres ferias de vivienda. Ha realizado 160 jornadas impactando a 2.650 personas