La fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, sigue siendo una amenaza en diversas regiones tropicales del mundo. Con síntomas que van desde fiebre hasta complicaciones graves, es crucial conocer su prevención y tratamiento.
Ibagué, 06 de noviembre 2024. La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda que se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes y Haemagogus.
Este virus, que pertenece a la familia "Flaviviridae", es endémico en ciertas regiones de África y América del Sur, donde las condiciones climáticas favorecen la proliferación de sus vectores.
Los síntomas de la fiebre amarilla generalmente aparecen entre tres y seis días después de la infección. En sus etapas iniciales, la enfermedad se manifiesta con fiebre alta, escalofríos, dolor muscular y de cabeza, así como náuseas y vómitos.
Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad puede progresar a una fase más grave, caracterizada por ictericia, hemorragias y daño hepático, lo que puede resultar fatal si no se recibe atención médica adecuada.
La transmisión del virus ocurre principalmente en áreas donde los mosquitos son activos. La prevención se centra en la vacunación, que es altamente efectiva y se recomienda especialmente para quienes viajan a zonas endémicas. Además, es fundamental adoptar medidas de protección personal, como el uso de repelentes, ropa de manga larga y mosquiteros, para evitar las picaduras de mosquitos.
“La principal estrategia de prevención contra la fiebre amarilla es la vacunación en el departamento del Tolima se deben vacunar las personas de 1 a 59 años; está contraindicado para mujeres en embarazo, madres lactando, menores de 1 año, mayores de 60 años, pacientes que sufren de las defensas, pacientes oncológicos, con tratamientos inmunosupresores, pacientes con VIH no controlado, si hay una alergia grave a la vacuna…vacunémonos contra la fiebre amarilla, recordemos que es una única dosis, es importante para tener protección adecuada y eficaz para la enfermedad”, explicó Juan Pablo Escobar, Infectólogo y Pediatra.
Ibagué, 06 de noviembre 2024. La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda que se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes y Haemagogus.
Este virus, que pertenece a la familia "Flaviviridae", es endémico en ciertas regiones de África y América del Sur, donde las condiciones climáticas favorecen la proliferación de sus vectores.
Los síntomas de la fiebre amarilla generalmente aparecen entre tres y seis días después de la infección. En sus etapas iniciales, la enfermedad se manifiesta con fiebre alta, escalofríos, dolor muscular y de cabeza, así como náuseas y vómitos.
Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad puede progresar a una fase más grave, caracterizada por ictericia, hemorragias y daño hepático, lo que puede resultar fatal si no se recibe atención médica adecuada.
La transmisión del virus ocurre principalmente en áreas donde los mosquitos son activos. La prevención se centra en la vacunación, que es altamente efectiva y se recomienda especialmente para quienes viajan a zonas endémicas. Además, es fundamental adoptar medidas de protección personal, como el uso de repelentes, ropa de manga larga y mosquiteros, para evitar las picaduras de mosquitos.
“La principal estrategia de prevención contra la fiebre amarilla es la vacunación en el departamento del Tolima se deben vacunar las personas de 1 a 59 años; está contraindicado para mujeres en embarazo, madres lactando, menores de 1 año, mayores de 60 años, pacientes que sufren de las defensas, pacientes oncológicos, con tratamientos inmunosupresores, pacientes con VIH no controlado, si hay una alergia grave a la vacuna…vacunémonos contra la fiebre amarilla, recordemos que es una única dosis, es importante para tener protección adecuada y eficaz para la enfermedad”, explicó Juan Pablo Escobar, Infectólogo y Pediatra.